El inepto ‘Juanjo’ es el responsable de la decadencia del PSOE de Pinto

Al descalificar a los gobiernos socialistas de Pinto anteriores al suyo, no sé si lo de Juan José Martín, ‘Juanjo’, es alzheimer -porque él formó parte de ese pasado que ahora insulta-, soberbia, inutilidad o envidia por no saber y no valer. Lo cierto es que éste, incapaz de ganarle al PP, machaca a los propios que más valen, y por valer más que él, los siente como peligro. No hace nada útil desde el Gobierno que consiguió como un trepa. Es un iluso que cree que va a ganar, o encandila prometiendo lo que sabe que no va a poder cumplir.

Dice que “va a superar todo lo rancio, caduco y decadente de anteriores etapas”. ¡Semejante desvergüenza olvida que él perteneció a esas anteriores etapas que dice! ¿No recuerda que aquellos compañeros, que ahora insulta, trabajando, dejándose la piel, le dieron la vuelta al municipio como a un calcetín? Porque cuando me quiere insultar a mí, lo que está haciendo es insultar a todos aquellos que se entregaron, con trabajo y tesón, sin medir esfuerzos, para construir ese Pinto que Juan José Martín Nieto ahora tiene. Le creíamos compañero, y con todo levantado le dijimos: toma, ahí lo tienes, mejóralo. Ninguno de nosotros pretendía ni pretende nada de nada. Nuestra etapa ya está pasada. Pero le exigimos a Juan José Martín Nieto que no escupa en tanto trabajo bien hecho, y no me refiero a mí.

Fueron etapas, sí, que nadie quiere repetir, pero calificarlas de decadentes, como él hace, es contradecir los hechos ¿Es que Juanjo, en su aislamiento, no se da una vuelta por el pueblo y compara lo que unos equipos, esos sí socialistas, hicieron, con lo que él ha hecho desde entonces? No estuvo la decadencia en aquellas etapas, donde los equipos funcionaban a tope; la decadencia vino con él, cuando llegó, y con él sigue; es él quien ya tiene fecha de caducidad como lata en conserva, cerrada, que nadie sabe lo que tiene dentro porque no la abrió jamás. Esa fecha de caducidad, en mayo, será de lamentación para todos aquellos que hicimos aquellas etapas, y no sólo yo; el desastre de ver en manos de la derecha aquello que con tanta entrega levantamos. Él es el rancio, grasa corrompida de tanto hacer culo en el sillón y no músculo en el trabajo. Entonces, todos estos que nos dejamos la piel por el municipio, miraremos con orgullo y con pena a un trabajo que dejamos atrás y ahora estamos a punto de perder por culpa de este inepto, rancio, decadente, con fecha de caducidad.

Cuando dice que esta es la lista “que han elegido los militantes de Pinto, que viven en Pinto y votan en Pinto”, y hace alusión a mi residencia en Sada, olvida con toda su mala baba que todavía soy militante de la Agrupación Socialista de Pinto, y como tal tengo derecho a intervenir en las asambleas y a dar mi voto, que ningún dictador de vía estrecha puede impedir; que conozco Pinto, sus vecinos y vecinas, mejor que él, y que sólo tengo que salir a la calle para comprobarlo; que es un hipócrita político cuando apela a la unidad de los socialistas pinteños, precisamente él, que los ha dividido y masacrado. Y cuando dice que esta unidad que ha pateado debe darse “frente a los comportamientos de otros que parecen erigirse en portavoces del Partído Popular en lugar de militantes socialistas”, él, que se dice socialista sin serlo, es portavoz del PP cuando insulta y desprecia a quienes le creían compañero, porque al dividir y no saber hacer equipos, nos hace más débiles, y es militante del PP cuando le hace la política con su ineptitud.