El alcalde de A Coruña dimite, pero Juanjo sigue agarrado a la teta

Reconocer la derrota

Conozco de cerca algunos casos de alcaldes del PSOE que, habiendo perdido estas elecciones municipales, han sabido dar un ejemplo de ética política marchándose a sus casas y dejando sitio en su partido para que se produzca una renovación. Ellos han sabido encajar la victoria, cuando se produjo, interpretándola como un compromiso de trabajo con la ciudadanía y, lo que es más importante, ahora han sabido encajar la derrota. Justo lo contrario de Juanjo, el alcalde de Pinto que jamás ganó unas elecciones y que con su incapacidad ha llevado a la ruina el PSOE, poniendo en bandeja el triunfo de la derecha. En vez de dejar vía libre a la renovación dentro del partido, pretende seguir agarrado a la teta municipal.

Sabemos que el PSOE no es un partido dado a cerrar filas al toque del cornetín de órdenes, tratando también de que las imputaciones judiciales sean invalidadas por las urnas, pudriendo así un poco más la democracia. Se ha producido la derrota y el partido entero se moviliza. En mi opinión, ahora quizás sea más determinante, y menos expuesto a ser utilizado por la derecha, la celebración de un Congreso y no de unas primarias. Pero ese es otro tema.

El ejemplo del alcalde de A Coruña

Este tema que ahora me ocupa es la dignidad de quienes por haber perdido se van a su casa y dejan el espacio libre para la renovación que permita encarar la legislatura desde una oposición renovada, fuerte y eficaz, sin desprecio alguno para quienes dentro del partido estén en condiciones de aportar, y sin adanismo cainita.

Un extraordinario ejemplo entre muchos lo ha dado el alcalde de A Coruña, que habiendo perdido las elecciones se ha ido a su casa, no por irresponsabilidad, sino por ser responsable, por dejar que su partido tenga las manos libres para organizarse en la oposición, aún siguiendo fuertemente comprometido con él, sabiendo que ningún arribista del tres al cuarto va a degollar lo mucho que hicieron y lo que todavía pueden dar de sí al servicio de lo que venga.

Juan José Martín: Una gestión ruinosa para Pinto

Y Juan José Martín Nieto, ilustre degollador de su propio partido, afanoso en tener las manos cruzadas en un sesteo parecido al de Rajoy, ¿no se da cuenta de que le ha llegado la hora de irse para dejar que su partido vuelva a ser el que era? ¿No puede volver el cuchillo contra sí mismo, permitiendo así que se cierren las heridas que él abrió, desangrando con ello la fuerza política de su partido? La soberbia que miembros de su propio partido afirman que esgrime, y los votantes han ratificado, ¿no le permite aceptar que su incapacidad para sacar adelante al municipio, y su adanismo cainita, son los que han llevado a la ruina la gestión de la verdadera izquierda que puso el municipio en pie, y ahora gracias a él heredará la derecha? ¿Por qué no vuelve a la empresa donde obtuvo excedencia? ¿Acaso teme que los trabajadores, contra los cuales mandó a la Policía Municipal, no le reciban con flores, precisamente? ¿O es que el sueldecito como portavoz de la ruina en que ha dejado a su partido pesa mucho?

Háznos el favor Juanjo, márchate.