El mundo al revés

Este verano pudimos observar perplejos cómo la gran potencia comunista del mundo, China, le echó la bronca a la gran potencia capitalista del mundo, Estados Unidos, porque se estaba gastando mucho dinero en "protección social". De la misma manera pudimos oír estupefactos cómo algunos ricos muy ricos del mundo protestaban ante sus respectivos gobiernos porque ellos, los ricos, pagaban pocos impuestos. Y, finalmente, en nuestro país ocurre que el presidente Rodríguez Zapatero, abanderado de los derechos sociales, es el primer promotor de recortes sociales. O sea, el mundo al revés.

En nuestra esfera local, las contradicciones entre lo que se dice y lo que se hace no son menores. Así, por ejemplo, el descompuesto PSOE de ‘Juanjo’ critica que el Gobierno del PP “no reduzca de manera importante con respecto a la última etapa del Gobierno socialista” el número de cargos de confianza. Pero si el PSOE cree que había que reducir más el número de cargos de confianza, debería haberlo hecho cuando estaba en el Gobierno hace tan sólo unos meses. También critica este PSOE patético que “el PP ha iniciado una limpieza política en Aserpinto mediante el despido injustificado de varios trabajadores con la máxima indemnización”, cuando en mayo pasado ‘Juanjo’, entonces alcalde de la villa de Pinto, despidió a tres altos directivos de Aserpinto con la máxima indemnización posible. Por lo que respecta a las filas ‘populares’ es patente la contradicción entre las declaraciones de Miriam Rabaneda en noviembre de 2009 cuando ‘Juanjo’ impuso los plenos por las mañanas -“lo hace para dificultar la asistencia de los vecinos que son los garantes de la opinión pública”, decía entonces Rabaneda- y la decisión de la actual alcaldesa de mantenerlos en horario de mañana. Y los demás partidos también tienen episodios de contradicciones flagrantes.

Y es que con tantos cambios, tantas salidas de armario, tanta incertidumbre… es difícil distinguir lo tangible de lo virtual, lo real de lo mediático y así todo se pone en cuestión. Incluso los científicos del CERN acaban de hacer público que hay unos neutrinos que viajan a una velocidad mayor que la de la luz, lo que, de confirmarse, echaría por tierra uno de los fundamentos básicos de las ciencias físicas y del trabajo teórico de Albert Einstein. Ciertamente, el cambio da nuevas oportunidades y puede ser un motor de progresos y avances. Pero decir una cosa y hacer la contraria no es cambio, es simplemente intentar engañar al respetable buscando demagógicamente beneficios partidistas.