El grabador e ilustrador Fernando
Ferro nació en Madrid en 1955, ciudad en la que vive. Desde hace décadas trabaja en el Ayuntamiento de
Pinto. Sus raíces, tanto personales como creativas, hay que buscarlas en las
Burgas de Ourense, donde vivió su padre, y en El Bierzo de León, de donde
proviene su madre, comarcas a las que está muy vinculado tanto personal como
artísticamente.
Estudió maestría industrial y algún curso en la Escuela de Arquitectura, “que sólo sirvió para que me comprometiera de por vida con la creación plástica, me animó al conocimiento y disfrute del cine, la música y la propia arquitectura”, explica Ferro.
Vivió varios años en Galicia, donde inició una estrecha relación de amistad con el pintor Pepe Conde Corbal. En Ourense, en el taller de Miguel Mosquera, se inició como grabador, actividad que siguió en Madrid en el taller de Carlos Gonçalvez.
Como grabador ha expuesto, tanto de forma individual como colectiva, en distintas salas: Sala Juan de Villanueva (Aranjuez); Centro Municipal de Cultura (Pinto); Centro Cultural de Aluche (Madrid); Escuela de Cerámica de la Moncloa (Madrid); Sala Arnaldos (Madrid); Librería Muga (Madrid); Sala Nasa, Nave de Servicios Artísticos (Santiago); y en las pequeñas galerías de Madrid: Olivarte y Contraluz. Su obra también ha viajado a la vecina Francia. Una amplia selección de su obra gráfica se expuso en la Galería Artémis en Creuse de la localidad francesa de Laval/Crocq.
Durante 2011 dos de sus grabados han formado parte de la “Muestra Internacional de Obra Gráfica”, una muestra de 21 artistas que comenzó en Allariz (Ourense) y ha viajado por distintos puntos de la geografía gallega. En Pinto esta Muestra Internacional se pudo ver en noviembre en el Centro Infanta Cristina.
Sus grabados se han utilizado
para las portadas de varios de libros de poesía, dos libros de poesía de Juan
Seoane ("Nadie", Ediciones del Sol, 2004, y "Sombras", Editorial Alfasur, 2008) y
otro de José Luis Esparcia ("Ciudades", Editorial Alfasur, 2007). Con Alfasur ha ilustrado dos libros de Carlos Lapeña, “Poemas del
Abecedario” y el cuento bilingüe “En el gran lago / In the great lake”.
También forma parte del 'Corrillo de Diletantes', grupo de acción artística que edita la publicación del mismo nombre, con el pintor Fernando Puente y el escritor Carlos Lapeña, entre otros artistas.
“En mis grabados intento explicarme el mundo en el que vivo”
¿Qué vamos a encontrar en esta exposición gráfica?
He seleccionado unos 30 grabados y las ilustraciones de algunos libros publicados, además de otros en los que estoy trabajando. Incorporando también en la exposición las ediciones impresas de los libros.
¿Qué reflejan o cuentan tus grabados?
Principalmente mis inquietudes:
desde la vida cotidiana hasta lo que sucede en el mundo. No hago política con
mis grabados, pero, lógicamente, también hay inquietudes políticas. Desde que
conocí el Movimiento del 15-M, he seguido con mucho interés sus propuestas de
renovación democrática en lo económico, lo social y lo político. En mis
grabados intento explicarme el mundo en el que vivo, por eso la temática es tan
diversa: paisajes exteriores e interiores, flamenco, religión-ateismo,
ausencias y derrotas… Casi cualquier cosa me provoca para iniciar una obra y
en todas hay una historia detrás de
ellas. Incluso he hecho alguna serie de grabados, que tienen que ver unos con
otros como si fuera un relato.
¿Qué técnica utilizas para tus grabados?
Busco la simplicidad, porque no tengo taller, trabajo en la cocina de mi casa. La plancha de madera, de metal o de linóleo es lo que suelo utilizar con más frecuencia, aunque algunas veces también he utilizado como soporte las latas de refrescos aplastados por los coches, que recojo de la calle. Tras tallar los dibujos, suelo hacer las pruebas con distintos tipos de papel. Por ejemplo, cuando tengo papel negro, imprimo con gris-plata, que resulta más eficaz. Para estampar las planchas tengo que acudir a los talleres de mis amigos Fernando Puente, Carlos Gonçalves o Koche, que siempre me acogen con cariño y nos divertimos mucho en el proceso.
¿Y en lo que se refiere
a las ilustraciones?
Procuro adaptarme al texto, aunque en ocasiones el propio trabajo me sugiere una historia paralela o complementaria de la que plantea el narrador. Al ponerme a dibujar para el cuento de “Glenny”, que escribió Carlos Lapeña, busqué el acuerdo con mi hija Carolina de cual debía ser la imagen del monstruo, en que tipo de paisajes podría desarrollarse la acción e inclusive la técnica gráfica. Sólo usé tinta china dada con pincel y pegué papeles con distintas texturas para destacar algún elemento.
Al final, la protagonista infantil de “Glenny” es Carolina y su carácter me sugirió que debía introducir la percepción que los niños pudieran tener del monstruo. En justa reciprocidad, era razonable incorporar cómo el monstruo sentía a los niños.
En el “Abecedario”, también el texto es de Carlos, utilicé le papel negro plegado y recortado, al modo en que se hacen las cenefas en los juegos infantiles. Completé la ilustración de cada letra/palabra con dibujos sencillos y letras de gran tamaño, para que cada viñeta propiciara un juego de relaciones diferentes. Aquí hice un merecido homenaje a mi hijo Bruno, que me inició en el mundo del graffiti y todas sus complejidades expresivas, del que seré siempre deudor.
También has impartido talleres para niños, ¿qué te han aportado?
Efectivamente, en múltiples ocasiones a lo largo de estos años he tenido ocasión de organizar talleres para iniciar a los niños en el mundo de la obra gráfica. Tanto en el colegio de mis hijos, como en la Ludoteca y la Asociación de Vecinos de mi barrio, Vallecas, como en librerías, que son mi lugar preferido en el mundo. Siempre he tenido la sensación de que los niños lo han pasado muy bien, para ellos utilizar herramientas nuevas, materiales y máquinas desconocidas, además de tintas y papeles que no les resultan habituales, es una fiesta. Ver las caritas de sorpresa al sacar las pruebas del tórculo, da una satisfacción impagable.
Pero sobre todo, para mí es un procedimiento de renovación, casi diría de purificación. Ellos no han recorrido todavía la Historia del Arte, ni saben lo que está bien o mal, hacen lo que quieren y siempre funciona. Si me permites que introduzca una cita de autoridad, Picasso afirmaba que le había costado noventa años de trabajo de dedicación a la reflexión sobre la actividad plástica poder volver a pintar como los niños. Creo que no mentía.
¿Qué supone para ti contemplar tu obra expuesta?
Me sorprende ver lo que la imagen sugiere al espectador. Igual que un poema no está cerrado hasta que alguien lo lee y lo interpreta, con mis obras pasa igual. De la reflexión que hace la gente también se aprende.
¿Qué referentes artísticos tienes?
Mi obra es figurativa, por lo que la pintura clásica me interesa y me emociona mucho. Mis referencias son un poco eclécticas, van de Rembrandt y Goya a los dibujos animados de SinChan. Dentro del mundo del arte contemporáneo, uno de mis referentes es el pintor y grabador alemán A.R. Penck. También mi gran amigo el pintor gallego Pepe Conde Corbal, con el que recorrí Galicia de feria en feria. Mientras él dibujaba y grababa todo lo que veíamos: flores, setas, escenas marineras, etc., yo trataba de aprender algo.
¿Cómo ves el futuro del grabado?
El grabado ha tenido distintos etapas. En la inicial, a finales de la Edad Media, se hacían planchas que reflejaban historias populares o personajes religiosos y se vendían en los mercados. Luego en el siglo XIX se recupera la inmediatez y se facilita el acceso y universalización de la obra, es el caso de los grabados de Goya, que empezaron a llegar a mucha más gente (a diferencia de sus pinturas). Desde finales del siglo XX asistimos a la entrada de las nuevas tecnologías en el mundo del grabado, con impresiones digitales y el Offset. Ahora mismo nos encontramos con que los artistas mezclan las distintas técnicas, lo que da a esta disciplina un panorama amplio y un futuro indudable. Personalmente, es el paso que me queda todavía, entrar en el mundo digital, y para eso tengo que sentirme más seguro.
¿En qué trabajas en la actualidad?
Ahora estoy ilustrando un libro de poemas sobre el flamenco del poeta cordobés José Luis Esparcia, que seguramente se editará en Andalucía. En este caso sólo hago uso de la línea y dejo mucho espacio en blanco, para provocar un clima de levedad.
También estoy rematando las ilustraciones para un libro del poeta y músico madrileño David Mallén, que editará próximamente Alfasur.
En el campo del grabado ando tallando unas tablas para participar en una exposición de arte erótico. La muestra la organiza una galería de Madrid para esta primavera y voy a exponer junto con mis amigos del taller de Koche en Lavapiés.
Más información sobre Fernando Ferro en su web (pinche aquí).
anonimo | Lunes, 10 de Diciembre de 2012 a las 16:33:25 horas
Este hombre es un fiera
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