Mishra
Mishra tiene 16 años, aunque aparenta menos. Padece una deformación severa de la columna vertebral, denominada cifoescoliosis, que desfigura ostensiblemente su tronco, y la hace parecer más baja de lo normal. Siempre nos había parecido una niña tímida y esquiva. En estos últimos años, nunca ha participado mucho en nuestras actividades, se mostraba amable, pero habitualmente nos eludía. Consideramos que esa actitud se debería en buena medida a su problema físico, que se iba haciendo más evidente cada año.
En esta ocasión estamos sorprendidos, porque se ha acercado a nosotros desde el primer día, y está participando con entusiasmo en todas las actividades. No sé qué habrá cambiado su vida para que se haya producido esta formidable transformación.
Cada mañana nos saluda con un "Namaste”, una dulce sonrisa y un par de besos. A Aurora y a mí ha empezado a llamarnos mamá y papá. Por supuesto, no le hemos dicho nada, ¿qué podríamos decir?, simplemente la tratamos con mucho cariño, como a todos los demás, pero no olvidamos que para ella, como para el resto de las niñas y niños de Bal Mandir que tienen alguna discapacidad, todo resulta mucho más difícil.
Kathmandu, a 13 de octubre de 2011
















Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.34