Las Hermanas Clarisas han cocinado siete tipos de pastas para el personal sanitario, de limpieza y seguridad del centro hospitalario.
En estos complicados días en los que los hospitales están haciendo un esfuerzo sobrehumano para frenar la pandemia del coronavirus, las Hermanas Clarisas del Monasterio de la Encarnación de Valdemoro han querido endulzarles los días enviándoles 70 kilos de repostería casera elaborada por la orden religiosa.
Corazones de yema, feos, florecillas, castellanas, palitos de san Antonio, almendras de la abuela y trufas son los dulces elaborados por esta hermandad en el convento de la localidad valdemoreña, perteneciente a la Diócesis de Getafe.
A estas pastas se suman las que han elaborado las Clarisas de Soria, que han añadido a las bandejas “almendraditas, nevaditos e isabeles”, informa José Antonio Medina Pellegrini, capellán de las Clarisas, quien ha hecho entrega de dicho donativo.
Las quince hermanas que viven en clausura en el convento de Valdemoro han añadido a la donación una carta en la que se podía leer “aunque encerradas en el Monasterio no somos ajenas a la impagable labor de los médicos, enfermeras y de todos los que trabajan en el Hospital Infanta Elena. Esta circunstancia nos ha movido a este pequeño gesto que, esperamos sirva de aliento y ánimo en estos momentos tan difíciles. Era el producto que íbamos a vender en la Fiesta de un Colegio Católico de Madrid y los fondos recaudados estaban destinados al convento que hace unos años fundamos en Mozambique. El nuevo coronavirus ha cambiado nuestros planes, y también las Hermanas de Soria, con gran alegría, les hacen participar de sus dulces”.

















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