
Los trabajadores declaran que frete al escenario de muchas residencias de la Comunidad de Madrid, la situación en Dolores Soria está “controlada”.
Tres personas han fallecido en la residencia municipal de Pinto, Dolores Soria, gestionada por Mensajeros de La Paz, desde que comenzara la crisis sanitaria del coronavirus, aunque en solo uno de los casos se confirmó la presencia de la COVID-19. Dos de las muertes se produjeron en el hospital de Getafe y una en el propio centro, donde 30 de sus 63 residentes permanecen asilados con síntomas. “Ninguno está con síntomas graves pero por protocolo tienen que permanecer confinados en sus cuartos -explica una de las trabajadoras de la residencia Dolores Soria-. El aislamiento hunde a los mayores”.
Otros seis ancianos de la residencia Dolores Soria de Pinto están ingresados en el Hospital de Getafe. “Nos han empezado a dejar derivar a mayores al hospital hace muy poco. Ante el colapso de los hospitales por ingresos de COVID-19 la gente mayor está desahuciada”, confiesa con pena la trabajadora. Desde que empezaran los primeros contagios de coronavirus, la empleada estima que han podido derivar al hospital alrededor de 12 ancianos. Solo se les ha hecho el test de detección de COVID-19 a cinco, de los que tres dieron positivo y dos negativo. “Nosotros aquí no sabemos qué tratamiento tenemos que darles y tampoco lo tenemos a nuestra disposición”, explica la cuidadora.
“Yo vengo todos los días, incluso cuando me tocaría librar como hoy, pero quiero ayudar. Estamos haciendo todo lo que está en nuestras manos para que los mayores se sientan acompañados, incluso utilizamos nuestros teléfonos móviles para que puedan hacer videoconferencias con sus familiares”. Los trabajadores de la residencia se están volcando con sus ancianos, y de momento sólo han tenido que lidiar con la baja de tres empleados: el de mantenimiento y una enfermera -aislados en sus viviendas con síntomas-, y el de una auxiliar que también trabaja en el Hospital de Getafe que ha dado positivo en coronavirus.
Transparencia
Desde la residencia Dolores Soria aseguran estar en permanente contacto tanto con las familias como con el Ayuntamiento de Pinto y el servicio de PIMER-Protección Civil. “Comunicamos los casos y la situación epidemiológica de la residencia a las instituciones todos los días”, declaran sus trabajadoras. En cuanto a su propia situación, la plantilla dice estar "tranquila" ya que los casos están "controlados" y cuentan con el material de protección necesario.
Desde que comenzase la crisis se han realizado dos desinfecciones en el edificio y el centro ha recibido donaciones de material sanitario de vecinos, empresas y PIMER-Protección Civil. “Si fuera por la Comunidad de Madrid no tendríamos nada”, apunta la trabajadora. Además, la organización de Mensajeros de la Paz ha comprado test de coronavirus que repartirá entre sus centros de mayores. “Esperemos que lleguen pronto”, piden desde Pinto.
Ricardo | Martes, 14 de Abril de 2020 a las 14:59:35 horas
A cada una de estas residencias le costaría menos de 500€ tener una impresora 3D con la que podían haber fabricado máscaras para TODOS sus pacientes y trabajadores en apenas 2 días. Las impresoras 3D les sirven además para fabricar juegos para sus pacientes para psicomotricidad, pensamiento lógico y tratamientos de fisioterapia. Son herramientas que deberían tener ya en todos los edificios públicos y asistenciales.
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