Esta casa es una ruina
El título de la película ‘Esta casa es una ruina’ podríamos adjudicárselo perfectamente al edificio –milagrosamente en pie– que aún es sede de la Guardia Civil de Ciempozuelos. El lamentable estado del edificio y su obsolescencia para cumplir su función en tiempos actuales es la razón principal de que Ciempozuelos se pueda quedar sin cuartel próximamente. Algo que el municipio no puede permitirse, ya que añadiría un déficit de seguridad en una situación de creciente conflictividad.
Desde hace décadas los anticuados cuarteles de la Guardia Civil en los distintos pueblos españoles se han ido sustituyendo por edificios modernos y adecuados a su función, como corresponde a un país desarrollado. No así en Ciempozuelos. ¿Por qué? ¿Qué culpa tienen los ciempozueleños para que las administraciones públicas no locales hayan abandonado de la mano de Dios a un pueblo con una historia y tradición tan admirables?
Porque las carencias no afectan sólo a este cuartel militar, sino también al abandono durante años de las inversiones regionales prometidas para adecentar calles, aceras y saneamientos. O a la actual situación del centro de salud, con solo dos pediatras. O a los graves problemas de okupación. O el mantenimiento de las barreras arquitectónicas en la estación de Cercanías, única de la línea sin un puto –con perdón– ascensor. Y así podríamos señalar tantas y tantas dejadeces, por decirlo de forma suave, a las que otros han condenado a Ciempozuelos.
Ante todo esto la reacción de la clase política local ha sido tibia, en el mejor de los casos. De ahí la desconfianza –cuando no desprecio– que acumulan por parte de muchos ciudadanos/as. Nos referimos a la clase política en su conjunto, tanto cuando están en el gobierno como cuando están en la oposición, porque en este último caso suelen cargar las tintas contra el gobierno, es decir, contra los propios ciudadanos, en vez de unir fuerzas para plantarse ante las administraciones superiores y EXIGIR lo que en justicia le corresponde a Ciempozuelos.
Por lo que respecta a la casa ruinosa del cuartel, hay que EXIGIR al Ministerio del Interior que afronte YA, con su presupuesto, la construcción de un edificio digno y operativo para acoger a los agentes encargados de la seguridad ciudadana. Y si el Ayuntamiento le dona al Ministerio un terreno municipal para construir el edificio que ya debería haber sido construido hace años, que sea a cambio de poner fin a las carencias citadas. La indignación tiene un límite tras el cual se convierte en rabia y de la rabia puede nacer un huracán. ¡BASTA YA!



















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