En una nota, UGT-Aserpinto tacha de “cruel, desproporcionado, inadecuado y bochornoso” el editorial de septiembre de la revista ZIGZAG, titulado “Aserpinto como problema”.
Allí se dice que Aserpinto ha sido una empresa subordinada a intereses políticos, que ha tenido un exceso de directivos ‘amigos de’, que la plantilla está sobredimensionada, que el absentismo ha sido de escándalo, que la empresa le cuesta a los pinteños anualmente más de 13 millones de euros y que tiene una deuda reconocida de otros casi 13 millones de euros… De todo ello, ¿qué es lo que esta sección sindical local considera cruel o desproporcionado?, y más importante, ¿qué dice el editorial que sea falso?
Lo cierto es que UGT-Aserpinto, que se viste de virgen ultrajada porque dentro de un mes hay elecciones sindicales en la empresa, ha sido parte del problema. Pero la viabilidad de Aserpinto y la estabilidad de los puestos de trabajo de sus empleados no vendrá con demagogias de UGT, sino con soluciones profesionales solidarias y realistas.


















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