La asociación La Casa de Pinto hizo una propuesta para evitar el cierre que el Gobierno dice estar estudiando, aunque recientemente la ha calificado como una adjudicación a dedo.
Ayer, 16 de octubre, el gimnasio del polideportivo Sandra Aguilar de Pinto, al igual que el resto de actividades del Abono Deportivo Adulto, cerró sus puertas hasta nueva orden, lo que dejará sin servicio a 800 personas y supondrá el despido de diez trabajadores. “Todos los partidos deberían de encerrarse en el Ayuntamiento hasta que tengan una solución, siempre pagamos los mismos”, se queja una usuaria. El Gobierno dice estar elaborando el expediente del próximo contrato, que espera sea adjudicado en el primer trimestre de 2019.
Ganemos Pinto también asegura, en declaraciones a la Cadena Ser, que “se está valorando por los técnicos” la propuesta realizada por La Casa de Pinto para gestionar el gimnasio durante el tiempo que permanezca cerrado, la misma que hace uno días definía como “una adjudicación a dedo para los anteriores adjudicatarios”. “No tengo constancia de que se haya rechazado”, ha explicado la concejala de Hacienda, Consoli Astasio, que poco antes ha vuelto a poner en duda la condición apolítica de la asociación. “Pero si hasta os habéis hecho fotos con ellos”, ha echado en cara al PSOE.
Desde La Casa de Pinto han lamentado las declaraciones de Ganemos Pinto, al que achaca su “falta de sensibilidad” y preferir “que más de ochocientas personas se queden en la calle […] a cedérnoslo transitoriamente a nosotros”. La entidad asegura que su propuesta cumple con la nueva Ley de Contratos del Sector Público, y reconoce irónicamente que “si preocuparse por el bienestar de nuestros vecinos es hacer política puede que no seamos apolíticos”. Es por ello que la asociación ha mandado un mensaje al Ejecutivo bajo la promesa de seguir trabajando: “La guerra la vamos a ganar porque tenemos la razón y vosotros sólo tenéis el poder”.
Mientras tanto los usuarios permanecen divididos. “Estamos mejor ahora que antes. Está todo genial y si hay algún problema lo cambian en seguida”, contestaban una treintena de participantes al término de una de las últimas clases colectivas. Estos usuarios defienden a los últimos responsables del servicio, Sportmadness, y a sus instructores, al mismo tiempo que cargan contra la Corporación pinteña por la suspensión del Abono Deportivo. Al contrario que los usuarios de la sala de musculación, buena parte de los miembros de esta clase afirma que, con el cierre del servicio, no buscará otra alternativa y se limitará a “dar paseos por Pinto hasta que vuelva a abrir”.
Precisamente el grupo de antiguos usuarios de Pintogym se reunió ayer en el Sandra Aguilar para rememorar tiempos mejores y hacer balance del último año, durante el que llevaron a cabo una exitosa campaña con 4.500 firmas contra el cambio de gestión. El colectivo ha querido contestar al Gobierno, que ha pedido que una rectificación pública de las acusaciones de falta de transparencia supuestamente cometidas durante el proceso de adjudicación. “No nos van a doblegar, pueden tratar de ensuciar, manchar o dilapidar al grupo, pero ni nos retractamos ni dejaremos de luchar”, han declarado.
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