Contador de cuentos

‘Ruscu-Ruscu, la mofeta que olía bien’ es el último cuento del escritor nacido en Pinto y afincado en Parla, Carlos Lapeña Morón. Una simpática y emocionante historia ilustrada por Raquel F. Sáez y publicada en forma de álbum a color por la editorial pontevedresa Discursiva.

“Hace 16 años estaba con mi mujer y mis dos hijos de vacaciones en un restaurante de Huelva y como tardaban mucho en servirnos jugamos a inventar historias y contar cuentos. Fue ahí donde nació esta historia de Ruscu-Ruscu, acertado nombre que le dio mi hija, que entonces tenía ocho años, a la mofeta, pues no sabemos, ni falta que hace, si es macho o hembra”. Así explicaba el autor el origen de la obra durante su presentación (9 octubre) en la Biblioteca Municipal Gloria Fuertes, de Parla.    

La mofeta Ruscu-Ruscu vive en Villaoliente, el país de las mofetas. Pero de repente el lugar sufre una inesperada y preocupante contaminación: todo empieza a oler bien. Y lo que es peor, las mofetas dejan de atufar con el chorro que expelen de sus traseros y lo que ahora lanzan son chorros de agua de colonia. La situación se torna gravísima para la seguridad y supervivencia de las mofetas pues pronto sus depredadores se darán cuenta de que su chorro ya no es putrefacto y les atacarán y comerán. Todas las mofetas estaban desoladas. Todas…, menos una: Ruscu-Ruscu, que se ofrece para iniciar un viaje que salve a su especie.

Junto a este cuento, Lapeña escenificó otros a los que ha dado forma de libro ilustrado, como ‘El viaje de la pequeña serpiente negra’ (Alfasur bilingüe) o ‘En la habitación, por la noche’ (Alfasur infantil), ilustrados ambos por Mercedes Mateos, que hicieron las delicias de los numerosos niños y niñas que asistieron a la presentación de ‘Ruscu-Ruscu’.

Además, los infantes también se divirtieron y aprendieron con un “taller de olores” dirigido por la ilustradora Raquel F. Sáez.