Periodismo y democracia

Jueves, 09 de Febrero de 2017 Tiempo de lectura:

La crisis de los medios de comunicación en todo el mundo es un hecho repetido desde hace varios años, sin embargo fenómenos filofascistas y populistas, como el de Donald Trump, o la utilización anónima y/o irresponsable, muchas veces, de las redes sociales nos hacen ver que en estos momentos las organizaciones periodísticas son más necesarias que nunca. Es hora de volver a definir el papel de los medios de referencia en la sociedad para salvaguardar una democracia en horas bajas.

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Editores y periodistas deben ser conscientes de los retos y volver a erigirse en los garantes de los valores democráticos. Ser la voz de los sin voz y contar verdades esenciales, porque lo cierto es que hay un público hambriento de periodismo en estos momentos.

Y el periodismo local tiene mucho que decir en esta nueva era mediática. ‘Nieman Journalism Lab’ ha realizado un estudio sobre organizaciones locales en el mundo digital que invita al optimismo. Centrarse en una comunidad permite tener claro el nicho de mercado y en muchos casos se trata de la única plataforma de información con la que cuentan esos ciudadanos. El sentimiento de pertenecer a una misma comunidad e implicarse en temas que afectan a todos, exigiendo cambios desde sus páginas y otros foros, sirve para reafirmar su valor único en la comunidad. Los lectores prefieren que su medio de referencia tenga un rol más cercano al del ‘buen vecino’ que al del ‘perro guardián’, pero en ningún caso eso significa abandonar la perspectiva crítica.

En una época en la que resulta difícil confiar en algunos de nuestros representantes políticos, los ciudadanos necesitan aferrarse a otras instituciones que les nutran de certezas. La credibilidad del medio y el compromiso de los lectores salvarán la democracia. En nuestro ámbito, la revista Zigzag ha representado en los últimos 26 años un buen ejemplo de estas ideas y tendencias.