Una rama de gran volumen se ha desprendido el pasado lunes del viejo olmo de 300 años de antigüedad situado en la Plaza del Cristo, justo enfrente de la ermita del mismo nombre.
Esta plaza es zona de paso de cientos de niños y niñas que diariamente van al colegio de las Teatinas, por lo que algunos padres han llamado a Zigzag para quejarse. Según un padre, “llamamos a Aserpinto y al 112 avisando del peligro de que de este árbol caen ramas, lo que es un gran peligro para los niños”. Una madre añade que “al llamar al 112 vinieron y acordonaron el árbol haciendo algunas cosas, pero no se debió hacer bien porque ahora la caída de la rama era gorda y muy peligrosa”.
La Comunidad de Madrid, que es la administración responsable del mantenimiento de este tricentenario olmo pinteño, un bien histórico y natural de este municipio, ha acordonado la zona.
El alcalde Rafael Sánchez ha comentado a Zigzag que “todos los trabajos relativos al cuidado y mantenimiento de este bien son competencia exclusiva de la Comunidad, quien nos ha comunicado que tienen grafiosis. El árbol ya se había podado a requerimiento de este Ayuntamiento y, de la misma manera, hemos instado a que se actúe sobre él para lograr salvarlo”.
La grafisosis | El olmo es una especie arbórea con una antigüedad de más de 30 millones de años en la Península Ibérica. En el pasado, prácticamente todo el término municipal de Pinto estaba rodeado de olmedas. Sin embargo, en los años 20 del siglo pasado aparece la grafiosis, una enfermedad transmitida por un insecto (el escolítido) portador de un hongo que provocó la desaparición de entre un 40 y un 60 por ciento de olmedas en la península ibérica.
Un brote más agresivo de esta enfermedad se produjo a principios de los años 80 y las olmedas y olmos centenarios que habían sobrevivido a la primera infección recibieron el batacazo definitivo, provocando que la gran mayoría de las olmedas, como formación arbórea, desaparecieran y sólo queden ahora olmos sueltos y testimoniales, como el de la ermita Cristo.
Árbol singular | El año pasado la Comunidad de Madrid declaró ‘árbol singular’ al viejo olmo pinteño, una especie de árbol cuya presencia ha pasado a ser prácticamente testimonial tras la enfermedad de la grafiosis. Es uno de los 250 ejemplares declarados de especial protección en toda la región.
El olmo tiene una altura de 16 metros, un perímetro de 3,40 metros y una longevidad estimada en torno a los 300 años.
Ricardo | Miércoles, 04 de Mayo de 2016 a las 09:49:05 horas
Qué pena, espero que aún estén a tiempo de tratar la grafiosis
y no perdamos esta maravilla.
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