Asturias, Madrid, Las Palmas o Cataluña son algunos de los lugares donde se están produciendo diferentes tipos de protestas para evitar la “exclusión y falta de calidad” que supondrá esta medida.
En una sentencia del 2 de abril de 2009 el Tribunal Supremo determinó como relación laboral el trabajo realizado por un futbolista en un club de categoría regional en el que, por entrenar dos días a la semana y jugar como máximo cuatro partidos mensuales, cobraba 230 €. La resolución, que cortó de raíz con los anteriores dictámenes, se convirtió en una referencia para el Gobierno que en septiembre de 2013 anunció que procedería a realizar un estudio sobre la aplicación de la Seguridad Social en las entidades deportivas.
Casi un año después, el 30 de julio de 2014, se presentó el informe por el que se determinó que toda persona que contase con una percepción económica en el ámbito del deporte es considerada como un trabajador. En función a este estudio el Gobierno ha instado a los clubes deportivos a que regularicen la situación de su personal ante la amenaza de llevar a cabo inspecciones de trabajo.
“¿Creen que a los trabajadores más débiles, los trabajadores a tiempo parcial, les podemos cuestionar que tengan un derecho como lo tenemos nosotros en nuestros trabajos?” preguntaba en noviembre Miguel Cardenal, presidente del Consejo Superior de Deportes.
Respuesta | Ante la pasividad de las federaciones sobre este tema han sido los propios clubes, casi exclusivamente del ámbito del fútbol, los que han comenzado a moverse. Hace nueve meses se creó la Comisión de Clubes de Tercera División (CCT), organismo nacional conducido por el presidente del Atlético de Pinto Óscar Garvín, que nació “con la intención de que se escuche al fútbol modesto y tenga los mismos derechos que el fútbol nacional”.
Los 24 clubes asociados, todos ellos madrileños salvo el CD Marchamalo de Guadalajara, reclaman un régimen especial para el deporte, como el agrario o el de amas de casa, que contemple una legislación más acorde a la realidad. “La regularización conllevará una compensación de salarios o despidos para los trabajadores, incluso en algunos casos supondrá la desaparición de algún club”, reconoce Ismael González, secretario de la CCT y directivo del AD Parla.
“Estamos hablando de una Ley de hace 30 años que no ha sido cumplida”, comenta Garvín que afirma que prácticamente ninguna entidad deportiva cumple con la normativa. Además de contar con un régimen especial desde el deporte se reclama un sistema de autofinanciación, similar al alemán o al inglés, que permita a los clubes afrontar su situación con la Seguridad Social.
Movilizaciones | Garvín dice no haberse sentido respaldado por los principales organismos del deporte aunque las relaciones de la CCT con la Federación de Fútbol de Madrid (FFM) son en estos momentos “muy buenas”. De hecho en la próxima asamblea regional del 17 de febrero este tema saldrá a la palestra y se ha pedido una entrevista con Ángel María Villar, presidente de la Federación Española de Fútbol, que esperan llegue a concretarse.
Mientras tanto no dejan de sucederse las protestas en toda España. Cataluña, Asturias, Baleares, Las Palmas y Castilla-León, entre otros, han llevado a cabo, tras ser aprobado por sus correspondientes federaciones, huelgas en varias jornadas en todo el fútbol base. En Madrid, a falta de que se pronuncie la FFM, las movilizaciones se han reducido a parones durante el primer minuto de cada partido aunque el presidente de la CCT avisa: “Nosotros no somos quién para convocar una huelga a no ser que haya alguna inspección”.
Regularización | A pesar de todo los equipos de Tercera División han anunciado que desde la próxima temporada cumplirán con la legislación vigente. “Gran parte de los clubes se pueden convertir en las mayores empresas de sus municipios”, considera Garvín que también actualizará la situación de los cerca de 70 trabajadores del Atlético de Pinto.
Todas las entidades adheridas a la CCT se han puesto en contacto con sus respectivos ayuntamientos para informar de una situación que afecta a todos los clubes por igual, independientemente del deporte que practiquen. Desde el organismo abren las puertas a cualquier entidad para tratar el tema ya que reconocen que “hemos notado que la desinformación es total”.
Y para muestra un botón. Este medio se ha puesto en contacto con prácticamente todos los clubes deportivos de Pinto para conocer su opinión al respecto y tan sólo ha recibido respuesta de uno de ellos. El presidente del Club de Tenis de Mesa Miguel Haro ha tenido a bien contestar a Zigzag, aunque la entidad es ajena al problema ya que su personal técnico no cobra ningún dinero por su actividad.
Haro también es partidario de una política fiscal que contemple la realidad del deporte ya que considera “absurdo” que se le exija este tipo de sobreesfuerzo a un deportista o técnico cuyo trabajo “en ningún caso” está bien remunerado. “¿Acaso no es suficiente ayuda social fomentar el deporte desde la base? ¿Acaso no es suficiente dar visibilidad a disciplinas deportivas totalmente denostadas de las que sólo nos acordamos cada cuatro años durante los JJOO?” se pregunta.
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