Despidos
Ha sorprendido la decisión del equipo de gobierno de Pinto de despedir, el pasado 9 de mayo, a cuatro trabajadores municipales. Ha sorprendido, primero porque el Ayuntamiento de Pinto era el único de todo nuestro entorno que hasta ahora no había despedido a ningún trabajador municipal. Ha sorprendido también porque el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Pinto es uno de los que, a nivel regional, mejor gestión económica pueden mostrar en estos tres años de legislatura y, además, la propia alcaldesa había dicho hace tiempo que no se despediría a ningún trabajador del consistorio ni de Aserpinto, como así ha sido… hasta ahora. Y ha sorprendido, finalmente, por haber tomado una decisión de este tipo, de suyo impopular y fuente de conflictos sociales, en plena campaña electoral al Parlamento Europeo. Es sabido que los partidos políticos cuando se acercan las campañas electorales no toman decisiones que les puedan perjudicar electoralmente.
Los trabajadores despedidos son un conductor y los tres
miembros del departamento de innovación tecnológíca, que desaparece al encargar
el gobierno sus funciones a una empresa externa. Por lo que respecta al
conductor, el coche de la Policía Local que utilizaba para algunos
desplazamientos de los miembros de la corporación, ha pasado a ser utilizado,
desde el pasado mes de enero, por la nueva unidad de la Mujer y el Menor. Por
ello, el gobierno justifica los despidos en causas objetivas. “Es una decisión
dura, pero creemos que es lo que debíamos hacer”, ha declarado el concejal de
Recursos Humanos. El quid de la cuestión está en si estos cuatro trabajadores
podían ser reubicados en otros departamentos municipales. La oposición y los
sindicatos dicen que sí, que se podía y debía, el gobierno responde que les ha
resultado “imposible reubicarlos”.
Cuestión aparte es la militancia de los cuatro trabajadores
despedidos en el sindicato local EPS (Espacio de Participación Sindical) creado
ahora hace un año para los trabajadores del Ayuntamiento de Pinto, con poca
militancia pero muy crítico con el gobierno del PP y con los sindicatos
mayoritarios. EPS dice que los despidos son una “represalia” contra sus
militantes y que no hubiesen sido despedidos si fuesen del PP. El gobierno
niega que haya alguna intencionalidad política en los despidos, que se deben a
la “reorganización de dos servicios”. Pero la realidad es que distintos
gobiernos de Pinto han despedido a trabajadores que, ‘casualmente’, nunca eran
militantes del partido que gobernaba en ese momento. Lo hizo la Izquierda Unida
de Carlos Penit en los años noventa, lo hizo el PSOE de Antonio Fernández en la
década pasada y lo repitió el PSOE de Juan José Martín después y lo hace ahora
el PP de Miriam Rabaneda.
Un despido siempre es una tragedia. Sin embargo si los despidos se producen en el sector privado (y en Pinto ha habido cientos en los últimos años) la cosa tiene escasa repercusión en los medios de comunicación, pero si ocurren en el sector público (como es este caso) la reacción de partidos y sindicatos se multiplica enormemente. Es decir, se politiza, porque quien despide y asume el desgaste es el partido político que está en el poder, lo que ofrece un apetitoso flanco para el ataque de la oposición que aspita a gobernar.
Un episodio que chirría alrededor de este asunto es la figura del secretario del Ayuntamiento de Pinto, Esteban Fernández, y los aplausos que le dedican los sindicatos. Tras cuatro meses de baja por depresión, el secretario apareció por el consistorio para apoyar a los despedidos y recibió los aplausos de varios trabajadores. Incluso sacaron una nota en la que dicen que Esteban Fernández está represaliado por el Equipo de Gobierno. ¿Represaliado el funcionario mejor pagado del Ayuntamiento de Pinto con 87.439,22 euros al año? ¿Represaliado este funcionario al que el Ayuntamiento abonó en el segundo semestre del año pasado 1.116,33 euros en concepto de ¡ayudas sociales¡ para matriculas de sus hijos? Aún así, el propio Esteban Fernández se considera “mal pagado por el Ayuntamiento de Pinto”. Y es que una cosa son los despidos y su drama social y otra la demagogia política y sindical que puede llevar, como en este caso, al esperpento.
samanta | Viernes, 30 de Mayo de 2014 a las 01:19:37 horas
Les felicito por esta reflexion sobre un tema complejo. Ponene de relieve que el pp dijo una cosa e hizo la contraria. reconocen que el pp ha hecho una buena gestion economica en pinto. Ponen el dedo en la llaga al decir que todos los gobiernos de pinto de izquierda y de derecha han despedido a trabajadoes. dejan claro que estos despidos nunca han sido de los militantes del partido que estaba en el poder. ponen blanco sobre negro que los partidos de la oposicion hacen de estos casos una utilizacion partidista y no digamos los sindicatos. explican la diferencia entre trabajadoes publicos y privados mereciendo aquellos una especial proteccion en su puesto de trabajo a ojos de los partdos lo que no tiene justificacion. y acaban con lo que denominan esperpento del secretario que visto lo que gana tiene incluso ayudas sociales que me parecen un escandalo del mayor nivel y que descalifica a quien da esas ayudas socialez y a quien las recibe con el dinero de todos los pintenos. lo dicho FELiCiDADES por tan atinado articulo en una cuestion importante que huye del populismo y busca decir las cosas como son o al menos lo intenta. Cosas asi son las que hacen grande a esta revista.
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