Inútiles

He de reconocer que en los últimos días estoy dudando si vivo en Pinto o si me han abducido y teletransportado al teatro donde se graba “El Club de la Comedia”. Lo digo porque no paro de leer cosas tanto en la calle como en Internet que son dignas del mejor de los humoristas. No, no voy a volver a hablar del cartel de IU. Hoy hablo de las declaraciones de Antonio Fernández en Ebolinews en las que dice “Si hoy tuviera que ser alcalde de nuevo no tendría ninguno (se refiere a los cargos de confianza) porque, al menos en mi caso, de todos los que tuve, eran una panda de inútiles salvo tres”.

Hay que reconocer que siempre ha sido un tío con gracia. Al menos a mí me lo ha parecido. Si no me falla la memoria, Antonio Fernández fue Alcalde durante diez años. Eso son como 3.650 días (más o menos).  Si además tenemos en cuenta que cuando abandonó la alcaldía, seguía controlando el consistorio desde las oficinas de Aserpinto,  dos años más, podríamos sumar otros 730 días. Es decir, nos da algo así como 4.380 días. Si multiplicamos por 24 horas… bueno, dejémoslo así. En todo este tiempo, Fernández nos colocó en el consistorio, según sus palabras, a un montón de “inútiles” bien remunerados (esto lo digo yo) a cargo de todos nosotros y no puso remedio. ¿Verdad que el tío es un cachondo?. Nos hizo a los pinteños una inocentada y no nos dimos ni cuenta.

Pero es que el resto de la contestación a la pregunta también es de traca. “Creo que para dirigir el Ayuntamiento de Pinto sólo es necesario un buen abogado o jurista y un buen economista, y si en vez de ganar 30.000 tuvieran que ganar 80.000 que los ganasen, pero no enchufar a gente que no tiene capacidad”. Me parto. De verdad, tendría que dedicarse a los monólogos. Está bien que, como San Pablo, Fernández se haya caído del caballo, pero que ahora nos venga con esto parece una broma de mal gusto. Sobre todo porque algunos de esos “inútiles” superaban los 30.000 euros. Y eso que no se ha referido a los concejales que formaban su grupo.

En fin. Estamos rodeados de humoristas. Deberíamos presentarnos al programa ese que prepara Televisión Española que busca el pueblo más divertido de España. Seguro que no quedábamos en mal lugar.