Aserpinto reduce su tamaño
En septiembre de 2011 publicamos un editorial bajo el titular “Aserpinto como problema”. Decíamos entonces que en realidad Aserpinto nunca fue una empresa en el sentido técnico y profesional del término. Ya a los dos años de su creación [fue creada en 1997] su director gerente Fernando Abad, ex alcalde socialista de Leganés, declaraba que “la política de personal es un desastre”, afirmación que le valió el cese del cargo por el entonces todopoderoso alcalde de Pinto Antonio Fernández, quien en dos años pasó de decir “con Aserpinto todo nos puede salir más barato” a “a partir de ahora se encargará todo a Aserpinto cueste lo que cueste”.
Y así nació Aserpinto como ‘chiringuito’ de partido, cuya rentabilidad era contentar a los sindicatos y ser un semillero de votos para el partido en el poder. La conocida frase de Antonio Fernández -“Aserpinto es mío, lo he creado yo”- pronunciada en una asamblea de trabajadores poco antes de dejar voluntariamente la alcaldía de Pinto, es una radiografía que pone de relieve la subordinación de los intereses generales a los de partido en la empresa municipal. Pero ni entonces ni ahora ningún representante sindical replicó ni criticó la ‘boutade’ del prócer.
Hoy todos los sectores: partidos, sindicatos, trabajadores y ciudadanos coinciden en un hecho: Pinto está más sucio que nunca y esto hay que solucionarlo sea encargando estos trabajos a otras empresas o haciendo funcionar a Aserpinto. El PP, que había apostado por la empresa municipal en su primer mandato aprobando grandes inversiones en maquinaria, hasta que fue desalojado de la alcaldía por una moción de censura, ha optado ahora por acabar con tres de las nueve encomiendas a Aserpinto: concretamente con la limpieza viaria, la recogida de basuras y el mantenimiento de jardines, alegando “un empeoramiento en la calidad del servicio público” y la “imposibilidad económica de renovar y modernizar la maquinaria”. Sin embargo, lo cierto es que desde el comienzo de la presente legislatura, el PP no apostó por un Aserpinto al completo, primero al no contratar a un gerente con experiencia; segundo, al nombrar director de la empresa a uno de los dos concejales que no tienen dedicación exclusiva; y tercero, al no invertir y reponer maquinaria.
Por todo ello, esta situación se veía venir. El PP ha decidido esperar al fin de las encomiendas para reducir el tamaño de Aserpinto y probar con empresas privadas que mejoren un servicio de limpieza hoy muy deficiente, al tiempo que asegura a todos los trabajadores que no perderán su empleo, aunque sí tendrán muchas más exigencias en el sector privado de las que tenían en el público. Con una huelga indefinida en el horizonte próximo, seguramente los ciudadanos vivamos un trimestre caliente en lo que se refiere a la limpieza del municipio, porque todo puede ir a peor.
Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.58