“Desde que se conocieron mis padres he querido montar un grupo”, bromea José Luis Rodríguez, muy consciente de que, a pesar de la exageración, la realidad se le acerca bastante. Con 14 años creó junto con algunos amigos la banda Isthar (diosa babilónica del amor y la guerra) que, a pesar de las idas y venidas acaecidas a lo largo del tiempo, perdura a día de hoy. Su último disco “El destino del mundo”, del que se han hecho eco diversos medios musicales, es su mejor demostración de fuerza.
En Isthar pueden presumir de ser uno de los primeros grupos de rock, sino el primero, que se ha atrevido a tocar en un mismo escenario con una coral polifónica. Es sólo un ejemplo de la mezcla de géneros que se dan cita en los temas de esta banda que hace de su rara avis su mejor virtud: “Nos gusta que no sepan definirnos como grupo”, presumen orgullosos. Con su propio grupo de fans en Tailandia, este conjunto, leyenda viva de la música, es una caja repleta de sorpresas.
Más de 30 años en activo
Para entender lo que significa el grupo musical Isthar hay que remontarse a sus orígenes. En la década de los 70 surgió en Pinto un pequeño grupo de rock compuesto por tres quinceañeros que, a pesar de su inexperiencia, llamaron la atención por su calidad. De entre sus primeros bolos destaca su actuación en el Hospital Psiquiátrico de Ciempozuelos, durante una jornada de puertas abiertas, junto a importantes personalidades de los escenarios como Manolo Escobar.
“La idea romántica de montar un conjunto con tus amigos es imposible”, asegura Óscar. Precisamente ese fue el gran problema de Isthar que, cada poco tiempo, tenía que buscar un relevo para alguno de sus componentes. Incluso José Luis, alma mater del grupo, tuvo algunos escarceos con otros grupos como el reconocido ‘Ñu’, con el que grabó el disco “No hay ningún loco”, en el que José Luis salía en portada.
El tiempo inspiró a la voz y bajo de Isthar para sacar a finales de los 80 el primer disco del grupo en el que colaboraron nombres relevantes de la escena rock de la época. “En el mundo de los sueños” consiguió una gran repercusión gracias, en gran medida, a la inclusión de uno de sus temas en un doble recopilatorio hecho en Inglaterra, “Double Exposure”.
Punto y aparte
“Todo se complicó bastante porque algo que inicialmente era bueno acabó siendo malo porque creció más de lo que debía”, afirma José Luis mientras recuerda cómo el intento de manipulación de una discográfica y algunos problemas personales le alejaron 10 años de los escenarios. El gusanillo de la música le hizo retomar el proyecto de Isthar, lejos ya de aquel trío de los comienzos, con la mayor parte de sus componentes actuales: Antonio, saxo y teclado, Carlos y Óscar, guitarras, Pedro Bronson, voz y guitarra, José Manuel con la batería y el propio José Luis.
En 2011 publicaron su segundo disco “Sangre, sudor y lágrimas” que “no podía tener otro nombre” dadas sus circunstancias. Con su nuevo local, ubicado en La Granja de Pinto, por fin llegó al grupo la estabilidad que necesitaba.
Presente y futuro
De aquel conjunto sólo ha variado una pieza, el batería. Si hay algo que une a grupos tan diferentes como Buachaill Banda e Isthar es Anto, dividido entre la percusión de la música celta y las baquetas del peculiar rock de Isthar. Sin embargo hay algo más allá de la música que le liga a éste último: su padre Antonio. “La cara de satisfacción que pone cada vez que su hijo lo hace bien es muy grande”, confiesa Óscar.
“Tenemos un repertorio tan amplio que casi no nos da tiempo a tocarlo y recordarlo”, dicen entre risas. Lo cierto es que esa motivación por crear nuevos temas les ha permitido, sólo dos años después de su segundo disco, dar a luz “El destino del mundo”. Un trabajo en el que se reinventan por enésima vez y se atreven a cantar un tema junto con la Coral Polifónica de Candeleda.
Aunque el disco está a la venta en varias tiendas y en internet por 10 euros, la cultura del “todo gratis” hace muy difícil que el trabajo acabe siendo rentable. “Estoy intentando disculpar a la gente por la crisis pero no hay excusa -se quejan José Luis y Antonio- se piensa que los discos salen por una chimenea, pero cuesta fabricarlos”.
Si la situación del mundo de la música era mala antes de la crisis, ahora, reconocen, es incluso peor. “El problema es que no cobras por dar conciertos, de hecho tienes que pagar las salas, así que no hay ingresos”, matiza Carlos. Su reputación e historia, incluida en varios libros, les proporciona cierto prestigio que hace que no sea tan caro mantener el grupo, pero reconocen que los conjuntos que viven por debajo de este umbral “están en la miseria”.Complicada relación con Pinto
Otra espina que tiene clavada Isthar es, precisamente, su pueblo natal. José Luis recuerda la multitud de trabajos que realizó en sus primeros años en Pinto, como los matinales a 25 pesetas (15 céntimos de euros). Sin embargo, la poca afluencia a su último concierto en la Sala Passion, el pasado 23 de febrero, es algo que no olvidan, aunque Antonio y Óscar comprenden a la gente porque aquel día jugaban Real Madrid y Barcelona.
A pesar de las dificultades, al grupo no le faltan conciertos. En sus últimos años han ‘toreado’ en plazas importantes como las salas madrileñas We Rock y Excalibur y recorrido buena parte de la geografía española, con conciertos todavía en la retina como el que compartieron con la Coral Polifónica de Candeleda. “Fue realmente emocionante, al acabar hubo un clamor espectacular”, recuerdan.
Su próxima experiencia, y que tampoco olvidarán, será el próximo 10 de agosto en el festival Leyendas del Rock de Alicante. Un nombre muy acorde a este veterano grupo de la escena madrileña.
Uno a uno
José Luis Rodríguez (23/04/1958). Instrumento: bajo/voz. Influencias: Janis Joplin, All man brothers Band, El torpe. Primer disco: “Nazaret”. Canción: “Me and Bobby Mcgee” (Janes Joplin). Pasatiempo: mirarse al espejo. Comida: paella y natillas. Película: “La leyenda de la ciudad sin nombre”. Palabra: es menester. Lugar: cualquiera del cosmos.
Pedro (Bronson) Fuentes Alzu (03/03/1971). Instrumento: guitarra/voz. Influencias: rock heavy 80. Primer disco: “Live after death” (Iron Maiden). Canción: “Intoxicado”. Pasatiempo: guitarra, escalextric, fútbol. Comida: fabada. Película: “El señor de los anillos”. “Alguien voló sobre el nido de cuco”. Palabra: brutal. Lugar: Madrid.
Óscar García Morena (17/07/1972). Instrumento: guitarra. Influencias: Gary Moore, Barón Rojo, Rosendo. Primer disco: “Volumen total” (Barón Rojo). Canción: “Out in the Fields” (Gary Moore). Pasatiempo: romper guitarras eléctricas. Comida: croquetas. Película: “La vida de Brian”. Palabra: espacio. Lugar: donde no haga falta el dinero.
Antonio José Fernández (08/03/1974). Instrumento: saxofón/teclados. Influencias: Deep Purple, Zappa. Primer disco: “Made in Japan” (Deep Purple). Canción: “Summertime” (jazz). Pasatiempo: cazar moscas. Comida: paella. Película: “El resplandor”. Palabra: fiesta. Lugar: Pinto.
Carlos Díaz Ruiz (22/01/1964). Instrumento: guitarra. Influencias: Deep Purple, Dio, Van Halem, Supertram. Primer disco: “Made in Japan” (Deep Purple). Canción: “Sladest”. Pasatiempo: música. Comida: todo lo que esté bueno. Película: “Alguien voló sobre el nido de cuco”. Palabra: respirar, aire. Lugar: la montaña.
Anto Fernández (28/10/94). Instrumento: batería. Influencias: Dream Theater. Primer disco: Stiff Upper Lip (AC/DC). Canción: "Is this love" (Rock). Pasatiempo: videojuegos y salir a la calle. Comida: el arroz de mi abuela. Película: Braveheart. Palabra: amor. Lugar: Escocia.
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