Con motivo de la publicación de su último libro, “La balsa de Quingue”, este viernes tendrá lugar un homenaje a José Luis Gutiérrez, promotor de una labor humanitaria en orfanatos de India, Nepal y Ecuador en la última década. La alcaldesa de Pinto, Miriam Rabaneda, hará entrega al profesor Gutiérrez de un símbolo del municipio como reconocimiento público a esta labor. También intervendrán en el acto el grabador Fernando Ferro y el escultor Samuel Sanz, quien ha acompañado a José Luis Gutiérrez en sus proyectos de cooperación al desarrollo en los años 2007, 2008 y 2009. Al final, el grupo de música celta Buachaill Banda interpretará algunos temas y se servirá un cóctel a los asistentes.
El acto tendrá lugar en el salón de actos del Centro Infanta
Cristina, de Pinto, el viernes 31 de mayo a las 19.30 horas y la entrada es
libre.
Semblanza
José Luis Gutiérrez nació en Madrid en 1963. Licenciado en
Filosofía y Letras, en 1987 aprobó la oposición a profesor de instituto. Se
casa con Aurora y pide una plaza en Cabezón de la Sal (Cantabria). Allí vive
hasta que en 1993 pide el traslado a Madrid. Le dan la plaza de un nuevo
instituto, el Pablo Picasso de Pinto, y fija su residencia aquí, donde vive
desde entonces. También dará clases en el turno de noche en el otro instituto de Pinto, el Vicente Aleixandre
José Luis deja un grato recuerdo entre alumnos y profesores de los IES Pablo Picasso y Vicente Aleixandre cuando unos años después consigue la plaza de Escultura en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid, de la que es profesor titular. Es también director del Grupo de Investigación UCM “Arte al servicio de la sociedad”.
A finales de los noventa él y su mujer deciden adoptar un niño o niña y para ello viajan a India, país que les fascina. Es su primer contacto directo con este país y las condiciones de los hospicios. Las peripecias que pasarán hasta que adoptan finalmente a dos hermanas, Roshní y Chandrika, las cuenta en su primer libro “De sol y de luna”.
En 1998 le diagnostican la enfermedad de esclerosis múltiple y a los pocos años tiene que cerrar su taller de escultura, “que era mi pasión y donde yo pasaba horas y horas”, ha dicho Gutiérrez. Decide entonces dedicarse a labores humanitarias y en 2004 realiza su primera actividad en orfanatos de India con un grupo de alumnos de su Facultad. Desde entonces cada año no ha dejado de realizar estas actividades en Matruchhaya (India), Bal Mandir (Nepal) y Ecuador. Muchas de estas actividades han sido subvencionadas por el Ayuntamiento de Pinto en los años 2005 a 2009. El fruto de esta labor humanitaria lo recoge Gutiérrez en su segundo libro “La balsa de Quingue”, que acaba de publicar.
La labor humanitaria en “estos lugares de abandono, como denomina Gutiérrez a los orfanatos, a lo largo de estos 10 años ha dado frutos concretos. Son ya centenares los niños y niñas que han podido acceder a estudios gracias a las ayudas de asociaciones como “Dididai” o “Ruta 6”, creadas por impulso de la actividad de José Luis. Y son millares los niños y niñas de esos países que han tenido una salida social digna gracias a la labor de este pinteño, que tiene más que merecido el reconocimiento público del que será objeto este viernes.
José Jesús Vázquez Díaz | Viernes, 31 de Mayo de 2013 a las 17:47:14 horas
Siento no poder asistir al homenaje a José Luis por encontrarme fuera de Pinto. En este mundo habría menos problemas si hubieran más personas como él.
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