El filial depende de sí mismo para lograr la salvación

Partido bronco entre dos equipos que se jugaban la permanencia en la penúltima jornada. El Vallecas recibía a los pinteños, que hasta esta jornada se encontraban en puestos de descenso y al borde del abismo, en un partido que acabó siendo suspendido en su recta final. A falta de lo que diga la Federación de Fútbol Madrileña, que probablemente castigue económicamente a ambos clubes, el Pinto depende de sí mismo para salvarse tras su victoria por 1-2.

El Atlético de Pinto B empezó fuerte el partido, presionando en el centro del campo y terminando las jugadas con disparos sobre la portería vallecana. El dominio inicial se materializó en el minuto 22 cuando Vilches limpiaba las telarañas de la escuadra derecha tras transformar un penalti por mano del local Muñoz. Sin embargo, cuando el partido parecía de cara, Samu protestaba una falta que le acabaría costando la expulsión. El filial debía aguantar los 60 minutos restantes con 10 jugadores, una situación demasiado común esta temporada y sobre la que debería reflexionar todo el equipo.

La superioridad no fue aprovechada por el Vallecas C.F. que, sólo después del paso por los vestuarios, llegó con cierto peligro a la meta defendida por Lucki. El partido andaba caliente y en uno de tantos rifirrafes del encuentro el vallecano Fulgen acabó expulsado tras encararse con varios jugadores pinteños. La situación no enturbió el planteamiento local que dispuso entonces de las mejores oportunidades para conseguir un empate que finalmente llegaría en el minuto 85 en una jugada que arrancó en fuera de juego. Si hasta ese momento la tensión se respiraba en el césped, la grada cobró protagonismo tras la invasión de campo de los aficionados vallecanos para celebrar el gol de su equipo.

La alegría le duró poco a los locales. Tres minutos después, una falta colgada al área y que el portero del Vallecas no supo despejar fue aprovechada por Manu para hacer el tanto de la victoria. En el mismo momento en el que el filial celebraba el tanto, el línea de banda corrió hacia el centro del campo para hablar con el árbitro y decretar la suspensión del partido.

Las versiones sobre lo sucedido en este punto difieren en la gravedad de los hechos. Lo cierto es que fue un aficionado pinteño, supuestamente identificado, quien lanzó objetos al campo y que, según el Vallecas C.F., agredió al árbitro asistente. Un acto en cualquiera de los casos condenable y despreciable que enturbia el espectáculo del fútbol.

Si nada cambia, con este resultado el filial es 14º con 40 puntos, los mismos que los vallecanos. Una victoria frente al Betis San Isidro, ya descendido, aseguraría la permanencia sin importar el resultado de la visita del Vallecas al campo del Atlético Velilla, décimo en la tabla.