De vergüenza ajena

Con la que está cayendo, clama al cielo que los políticos -sobre todo los que cobran un sueldo fijo, cuya cuantía la deciden ellos mismos- quieran colgarse medallas por "renunciar" a una paga extra que ha sido una imposición del Gobierno de la Nación para todos los empleados públicos de este país. Sólo faltaba que los trabajadores del Ayuntamiento no cobren la paga extra, pero los políticos sí. Lo que no es de recibo es que el propio Decreto de Rajoy, si establecía que los empleados públicos no cobrarían la paga extra de navidad, no comtemplase que los políticos tampoco la cobrasen.

¿¡Y estos individuos pretenden colgarse la medalla de que renuncian a la paga extra para dedicarla a asuntos sociales!?, algo que por pudor elemental han hecho todos los representantes políticos de este país. Da vergüenza ajena tener que asistir a estos bochornosos espectáculos. Una cosa es la enfermedad y otra la peste.