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La muestra, que se podrá visitar hasta el 20
de octubre, consta de 21 imágenes que revelan la particular forma de sentir la
fotografía que tiene Aguado.
“Uno de los aspectos más inquietantes de la mente humana es su facilidad para ser manipulada”, advierte Aguado, quien traslada a las fotografías su inquietud ontológica.
La colección, que fue expuesta en Madrid por primera vez el pasado mes de marzo, se compone de 21 fotografías. Todos los objetos que se muestran en las obras pertenecen al mundo de lo cotidiano -clips, peines, ambientadores, portalápices, separadores, cepillos, cafeteras…- que, bajo el influjo de la luz, el color y el punto de vista, parecen ser cosas distintas.
Las fotografías no están manipuladas, el fotógrafo intenta explorar el potencial de las mismas mediante la proximidad, la composición y el procesado y recuerda que “la belleza está más en la forma de mirar que en los objetos observados”.
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