Un socavón como bandera

Si bien el logo de Ganemos Pinto es un arco iris con el que pretende dar cabida a las distintas ideologías que confluyen en el grupo, hay otra imagen que resume a la perfección su gestión al frente del Ayuntamiento de Pinto: el gran socavón de las obras de remodelación del skatepark del parque Juan Carlos I. Los trabajos se iniciaron hace más de un año y medio pero sus usuarios, que ya denunciaron que el Gobierno no contó con su opinión para elaborar el proyecto, han visto que lo que iba a ser un complejo completamente renovado se ha convertido en un simple agujero en el suelo.

Lo que antes eran quejas por el estado de mantenimiento ahora lo son por la imposibilidad de seguir practicando su deporte favorito en su propio pueblo. Las previsiones no son halagüeñas y todo apunta a que los trabajos no se iniciarán hasta el año que viene, dado que todavía no se han aprobado ni siquiera los pliegos del concurso. Aunque todo este problema se produce por el abandono de las obras por parte de la empresa adjudicataria, la situación está desbloqueada judicialmente desde febrero.

Es por ello que el socavón resume a la perfección cómo Ganemos Pinto no ha gobernado durante estos tres años en cuestiones esenciales. No es la primera vez que el Ayuntamiento se enfrenta a problemáticas similares, pero anteriores mandatarios sí supieron resolver estos conflictos. Baste como ejemplo cómo el PSOE, entonces con Antonio Fernández en la alcaldía, adelantó los más de tres millones de euros necesarios para la construcción del CEIP Las Artes ante la pasividad de las administraciones responsables. Una operación que los socialistas repetirían en el tiempo y que, en este caso, supondría abonar no más de 100.000 €.

Y es que Ganemos ni está ni se le espera. El curso comenzó en Pinto sin actividades extraescolares ni Escuela Municipal de Danza, el servicio del Abono Deportivo Adulto ha sido suspendido hasta el año que viene, y el cobro de impuestos se ha retrasado por problemas administrativos. La única buena noticia es que los trabajadores municipales vuelven a tener un Plan de Riesgos Laborales un año después.