Ganemos Pinto pide que se rectifiquen las acusaciones sobre la adjudicación del Abono Deportivo

Primera reacción de Ganemos Pinto a la propuesta de la asociación de La Casa de Pinto para gestionar sin ánimo de lucro el gimnasio del polideportivo Sandra Aguilar mientras se adjudican de nuevo los servicios deportivos para adultos del municipio. El Gobierno ha calificado la iniciativa como el “último intento por destruir este modelo para volver al modelo del amiguismo”, ya que tiene como fin “una adjudicación a dedo para los anteriores adjudicatarios”. El Ejecutivo pone en duda que la entidad sea apolítica y apunta que el PSOE, que ha elaborado el estudio de viabilidad de la propuesta, “no ha querido negociar otro modelo y cerró sus puertas a toda negociación”. La confluencia se mantiene firme y asegura que “el servicio saldrá adelante tal y como se ha informado desde el Ayuntamiento”, y “gracias a la actitud responsable del Partido Popular”.

Desde Ganemos Pinto también han pedido al grupo que se retracte públicamente de las “serias acusaciones” en las que, entre otras cuestiones, afirma que la empresa conocía de antemano que ganaría el concurso, “o de lo contrario tomaremos las medidas legales necesarias”. El gerente de Sportmadness, Carlos Solís, pone nombres y apellidos y niega las acusaciones ya que “todos los tramites han sido correctos y legales, si no fuera así lo habrían denunciado ya”. Sobre la mejora económica que habría recibido Mari, hermana de un miembro del MIA –partido que forma parte de Ganemos Pinto-, Solís explica que realizó una subida salarial a todos los trabajadores, la mayoría procedentes de Pintogym, “porque iban a tener menos horas que antes”.

En cuanto al supuesto monitor "que venía con la empresa", Luismi, el gerente defiende que se trata de una persona de reconocido prestigio profesional, y que cuenta con pruebas que demuestran que su contratación, en condición de autónomo, se realizó correctamente. “Trabajé durante siete años en Altamarca como profesor de pilates –apunta el propio aludido en relación al gimnasio del pabellón Príncipes de Asturias, que cerró en 2014-. No me tienen que enchufar porque no lo necesito, aquí sólo trabajo dos horas al día y por suerte vivo de mi clientela desde hace muchos años”.