Tan sólo Ciudadanos recogió el guante lanzado por el Gobierno apelando a la “responsabilidad” del resto de partidos para aprobar el crédito extraordinario que permitiera afrontar el contrato.
Fin al servicio de abono deportivo puesto en marcha por Ganemos Pinto. La semana de margen propuesta durante el pasado Pleno de febrero para estudiar todas las opciones antes de dar carpetazo al actual contrato con la empresa Sportmadness ha acabado siendo en balde. Sólo Ciudadanos cambió el sentido de su voto y se mostró favorable al crédito extraordinario para dar continuidad al servicio ante la nueva documentación presentada: “Hoy no pensamos en el rédito político, sino en los ciudadanos”.
El resultado de la votación conlleva el cierre del gimnasio municipal del polideportivo Sandra Aguilar, que cuenta con 800 usuarios, y el despido de sus diez trabajadores, que también habían pedido “responsabilidad” para no perder sus puestos de trabajo. El Gobierno, a la par que ha anunciado la clausura del centro, dice que “seguirá haciendo lo posible para recuperar el servicio” y ha pedido a la plantilla que “ejerza la presión necesaria sobre los responsables para que rectifiquen”.
Para PP y PSOE, sin embargo, la pelota está en el tejado del Ejecutivo. Los dos partidos recordaron que la unificación de toda la oferta deportiva municipal no sólo impidió que los anteriores adjudicatarios pudiesen optar al concurso público, sino que supuso el despido de las cinco trabajadoras encargadas de la actividad de gimnasia de mantenimiento. Una nueva “irresponsabilidad” que se sumaría, tal y como argumentaron, a otros conflictos como los de los ancianos de la residencia Dolores Soria o la subida del tipo del IBI.
Los socialistas, en cualquier caso, dicen tener una “solución inmediata” que pasa por “remunicipalizar” el servicio a través de Aserpinto, que debería cambiar su objeto social para poder asumir estas encomiendas. Una opción que no es bien vista por el Gobierno a pesar de que reconoció que pretende prestar a través de la empresa pública el control de calidad a la UTE Valoriza-Gestyona. “Podemos hacer un estudio, pero Aserpinto no puede ser un cajón de sastre”, esgrimió el alcalde Rafael Sánchez, que aludió a los límites que establece la Ley de contratos del sector público.
Precisamente el equipo de gobierno se aferró a la normativa para explicar el cambio de modelo de gestión. Ganemos Pinto se excusó en un informe de la Cámara de cuentas para rechazar la posibilidad de realizar un contrato negociado sin publicidad, a pesar de que la confluencia ha realizado 15 procedimientos de este tipo durante el presente mandato. A pesar de todo, volvió a comprometerse a estudiar un modelo alternativo y rebajó los 205.000 euros de crédito solicitados hace una semana, con los que pretendía poner en marcha el nuevo sistema por lotes, a los 162.000 euros que restan por abonar del actual contrato.
La concejala de Deportes sí criticó la postura de PP y PSOE, que conocían la más que probable necesidad de sacar adelante un nuevo crédito cuando se aprobó la partida para lanzar el nuevo modelo en junio del año pasado. Los dos partidos rechazaron las acusaciones señalando que aquella primera propuesta, que nunca fue negociada con la Oposición, no incluía la unificación de todas las actividades deportivas. “No vamos a ser cómplices de su irresponsabilidad”, dijeron sobre una “decisión política” ante la que Ganemos Pinto “debería perdón a las personas a las que ha hecho sufrir y ha llevado casi a la ruina”.
Asimismo han propuesto que mientras el gimnasio permanezca cerrado se lleven a cabo las prometidas mejoras y se adapte el centro a la normativa vigente porque “seguro que cuando vuelvan los usuarios estarán más contentos que cuando se fueron en septiembre”.